¿Las ingenierías son tan difíciles como las pintan? Nuria Calvo no duda al responder: «Al principio me daba un poco de miedo estudiar Ingeniería Eléctrica, porque todo el mundo piensa que estas carreras son muy complicadas y que prácticamente resulta imposible sacarlas en el tiempo establecido, pero ese temor se fue desvaneciendo a medida que pasaron los años. Sacar el título no fue tan complicado como yo pensaba y fui aprobando a todo a curso por año, aunque sí es cierto que hay que esforzarse y dedicarle horas de estudio», explica esta titulada por la UDC.
Calvo formó parte de la primera promoción de Ingeniería Eléctrica del plan Bolonia de la Escuela Politécnica de Serantes, un centro del que guarda muy buen recuerdo y no solo por el «compañerismo» que se respiraba en las aulas, sino también por el nivel de la docencia. «La escuela tiene profesores muy cualificados, que ponen muchas ganas en su trabajo y eso se nota mucho en las clases», advierte esta joven ingeniera naronesa de 25 años.
Nuria comenzó la carrera en el 2010 y en el 2014 se tituló y presentó el proyecto fin de grado, que realizó en Bulgaria junto con las asignaturas optativas del último trimestre gracias al programa Erasmus. «La Politécnica te ofrece diferentes destinos para salir al extranjero con una beca de movilidad y yo creo que es una experiencia estupenda, que no se debería desaprovechar», anota rememorando su estancia en Bulgaria.
Tras obtener el título, Nuria se matriculó en el máster de Ingeniería Industrial de la Politécnica de Esteiro, pero al poco de desembarcar en sus aulas le surgió la posibilidad de trabajar en Alcoa Inespal con una beca de la UDC y no se lo pensó dos veces. A partir de ahí empezó a enlazar prácticas y becas en diferentes empresas -como Pull & Bear, Elecnor o Russula-, hasta que en enero de este año fue contratada por Inproafe, una empresa de Vilar do Colo dedicada al desarrollo de servicios electrónicos y automatización industrial, donde trabaja en un proyecto de la industria eólica y se siente feliz, ya que cuenta con «compañeros muy cualificados» de los que aprende «cosas nuevas cada día».
Por eso Nuria lo tiene claro. Si pudiese viajar ocho años atrás en el tiempo, no dudaría en volver a estudiar Ingeniería Eléctrica.
Fuente: La Voz de Galicia